Visita confidencial a un banco
A la mañana siguiente, fui al banco a retirar discretamente dinero de nuestra cuenta de ahorros conjunta. Mientras realizaba la operación, la cajera me miró de forma educada pero interesada. Mantuve la compostura y me aseguré de que no había nada de qué preocuparse. Volví a comprobar el saldo para asegurarme de que había dejado suficiente dinero para que no notara nada sospechoso. No sólo estaba ocupada sacando dinero, sino preparando mi siguiente movimiento.

Visita confidencial a un banco
Asegurándome
Mientras guardaba el dinero en el bolso, tuve cuidado de no dejar demasiado para que se diera cuenta. Mi corazón latía violentamente, pero mantuve la calma. Esto era sólo el principio y tenía que ser rigurosa. Después de mirar el reloj, me di cuenta de que aún tenía mucho tiempo antes de que viniera a buscarme. Aquí era donde ocurriría todo. Salí del banco con una combinación de inquietud y determinación.

Asegurándome