Mi pareja se niega a pagar la cena de nuestro trigésimo aniversario, así que le tengo preparada una sorpresa que atesorará. La noche de nuestro trigésimo aniversario, yo estaba en mi trigésimo primer cumpleaños, preparándome para celebrar nuestras tres décadas juntos. Sin embargo, cuando mi pareja se negó despectivamente a pagar la cuenta de la cena, se me hundió el corazón. Del mismo modo, la fuerza de voluntad se apoderó de mí. Después, lo que hice le dejó paralizado, y no fue el único.

Mi marido se niega a pagar nuestra cena de aniversario. Le di una sorpresa inolvidable.
Tras la cena
Cuando salimos del restaurante en silencio, se notaba la intensa tensión. No teníamos palabras, la atmósfera entre nosotros estaba llena de emociones no dichas. La distancia que recorrimos hasta el coche parecía interminable. La expresión habitual del rostro de mi marido estaba enmascarada por la indiferencia, mientras yo miraba fijamente hacia delante, con la mente pensando ya en un plan. Aquella noche sabía los cambios que se avecinaban y estaba dispuesta a hacerlos realidad.

Después de cenar