Agarrar la radio
Con un tirón más, su mano quedó libre de las esposas. La sangre le goteaba por la muñeca, pero estaba tan lleno de adrenalina que no se dio cuenta. Rápidamente hizo fuerza contra los barrotes, empujando con el brazo para alcanzar la radio. Justo cuando se disponía a cogerla, se abrió la puerta del coche y entró el agente de policía.

Cogió la radio
El regreso del oficial
“¡¿Qué crees que estás haciendo?!”, gritó el agente al notar que la mano herida de Daryl sujetaba la radio. El policía fue al lado de Daryl y volvió a esposarlo. “Pagarás por esto”, comentó, inspeccionando las manchas de humedad del interior del coche. Tras asegurar a Daryl en su asiento, el agente se alejó. “¿Qué le has hecho a mi coche?” Preguntó Daryl.

El regreso del oficial